Para dejar de hacer cosas que
hemos decidido dejar, los expertos del comportamiento humano tienen varias
técnicas que se adecúan a cada persona, a mi forma de ver, las más
prácticas y rápidas las emplean los psicólogos
conductistas, aquí mencionaré seis formas diferentes para decrementar una conducta
indeseada que expongo de manera concreta y sencilla para luego dar unos
ejemplos aplicables para algunas personas.
En
un primer momento tenemos tres formas de decrementar la conducta que se
engloban en el área milenariamente conocida de los castigos, el primero de
ellos es la estimulación aversiva y todos en algún momento lo hemos
experimentado o lo hemos visto en acción, es lo que la mayoría de las madres
aplican a diestra y siniestra quizá por la forma de proceder tan sencilla que
se vuelve a veces: cada vez que se presenta la conducta se pone en marcha una
estimulación aversiva, por ejemplo, cada vez que detectemos nuestra fantasía en
curso ir a lavar los trastes o alguna actividad que nos parezca displacentera.
En
un segundo momento tenemos otra forma de castigo que consiste en hacer un “tiempo
fuera”, que se define como retirar la oportunidad de estímulo, es decir, todos
podemos detectar los momentos en que somos más propensos a fantasear, por
ejemplo mientras nos trasladamos a la escuela o al trabajo, cuando esperamos
entrar a alguna oficina o consultorio, al tomar el baño diario, etc. cada quién
tiene su momento del día en qué llenar tiempos muertos y esta forma consiste en
que al realizar la conducta que queremos decrementar, nos “alejamos” del
estímulo, es decir, por ejemplo, si vamos manejando al trabajo y comienza
nuestra fantasía, nos bajamos del carro en el lugar más cercano posible y realizamos
alguna actividad antes de volver a subir, o si …
Una tercera
forma de castigo es el costo de respuesta, que es una alternativa muy usada por
los gobiernos para controlar la conducta de sus ciudadanos, por ejemplo a través
de multas, ésta técnica consiste en que cada vez que empecemos a fantasear
podemos ahorrar alguna cantidad fijada previamente o debemos comprar alguna
golosina para otra persona o donar para
alguna causa, etc, el objetivo es que nuestra conducta disminuya porque nos
está costando dinero, esfuerzo, atención o tiempo.
Otra forma
para decrementar la conducta se llama extinción, que consiste en dejar de
brindar el reforzador de la conducta, es decir, para algunas personas se vuelve
un hábito fantasear y ser conocido por sus amigos o familiares como “el
distraído, el ido o el fantaseoso” y ello aunque tiene su lado incómodo, a fin
de cuentas proporciona cierta atención y distinción que de alguna manera nos
satisface. Claro esto por supuesto le pasa al primo de un amigo y no a nosotros
pero no está demás mencionarlo.
En lo personal
la siguiente manera de bajarle a la conducta de fantasía excesiva es una de mis
favoritas, se conoce como contracondicionamiento y se trata de realizar una
conducta incompatible, en ese sentido he encontrado muy útil que cada vez que
empieza el proceso de fantaseo, me pongo a hacer algo que tenía pendiente, una
forma muy práctica es teniendo desde antes una o varias listas de cosas por
hacer y para ello dedicaré el siguiente escrito.
Por último
tenemos la técnica conductual conocida como práctica negativa, que es fácil de
seguir pero requiere de ciertas condiciones; cada que se inicie la conducta debe
continuar haciéndose hasta que nos parezca desagradable en algún sentido, esto
nos pasa a algunas personas cuando tenemos una ruptura amorosa, que lloramos
hasta que “ya no podemos” o hasta que deja de tener sentido para nosotros,
igualmente podemos aplicarla cada que empecemos a fantasear. Cada uno podemos
elegir la técnica que más nos acomode y ponerla en práctica o empezar con
alguna e ir probando hasta encontrar la adecuada o incluso ponerlas en práctica
todas, lo importante es no descartarlas hasta que corroboremos que en verdad no
se adecúan a nuestra situación.
términos y definiciones obtenidas en:
Stumphauzer, J, Terapia conductual: manual de entrenamiento para psicólogos, médicos, enfermeras, trabajadores sociales, pedagogos, maestros, México, 1983 (reimp. 2010).
términos y definiciones obtenidas en:
Stumphauzer, J, Terapia conductual: manual de entrenamiento para psicólogos, médicos, enfermeras, trabajadores sociales, pedagogos, maestros, México, 1983 (reimp. 2010).
Uy al conductismo siempre le tengo mucha distancia, sobre todo porque desplaza el síntoma a otro lugar pero no arregla nada.
ResponderEliminarpero si a alguien le resulta, por que no?
Una cosa que a mi me esta sirviendo el la meditación, el deseo de estar acá y ahora. cada vez que me veo mentalizando compulsivamente me rescato pensando que haría si estuviera aquí y ahora. Un saludo