domingo, 9 de agosto de 2015

¿Cómo dejar de fantasear? Técnicas sencillas para disminuir o “decrementar” una conducta no deseada.

Para dejar de hacer cosas que hemos decidido dejar, los expertos del comportamiento humano tienen varias técnicas que se adecúan a cada persona, a mi forma de ver, las más prácticas y rápidas las emplean los psicólogos conductistas, aquí mencionaré seis formas diferentes para decrementar una conducta indeseada que expongo de manera concreta y sencilla para luego dar unos ejemplos aplicables para algunas personas.
                En un primer momento tenemos tres formas de decrementar la conducta que se engloban en el área milenariamente conocida de los castigos, el primero de ellos es la estimulación aversiva y todos en algún momento lo hemos experimentado o lo hemos visto en acción, es lo que la mayoría de las madres aplican a diestra y siniestra quizá por la forma de proceder tan sencilla que se vuelve a veces: cada vez que se presenta la conducta se pone en marcha una estimulación aversiva, por ejemplo, cada vez que detectemos nuestra fantasía en curso ir a lavar los trastes o alguna actividad que nos parezca displacentera.
                En un segundo momento tenemos otra forma de castigo que consiste en hacer un “tiempo fuera”, que se define como retirar la oportunidad de estímulo, es decir, todos podemos detectar los momentos en que somos más propensos a fantasear, por ejemplo mientras nos trasladamos a la escuela o al trabajo, cuando esperamos entrar a alguna oficina o consultorio, al tomar el baño diario, etc. cada quién tiene su momento del día en qué llenar tiempos muertos y esta forma consiste en que al realizar la conducta que queremos decrementar, nos “alejamos” del estímulo, es decir, por ejemplo, si vamos manejando al trabajo y comienza nuestra fantasía, nos bajamos del carro en el lugar más cercano posible y realizamos alguna actividad antes de volver a subir, o si …
Una tercera forma de castigo es el costo de respuesta, que es una alternativa muy usada por los gobiernos para controlar la conducta de sus ciudadanos, por ejemplo a través de multas, ésta técnica consiste en que cada vez que empecemos a fantasear podemos ahorrar alguna cantidad fijada previamente o debemos comprar alguna golosina para otra persona o  donar para alguna causa, etc, el objetivo es que nuestra conducta disminuya porque nos está costando dinero, esfuerzo, atención o tiempo.
Otra forma para decrementar la conducta se llama extinción, que consiste en dejar de brindar el reforzador de la conducta, es decir, para algunas personas se vuelve un hábito fantasear y ser conocido por sus amigos o familiares como “el distraído, el ido o el fantaseoso” y ello aunque tiene su lado incómodo, a fin de cuentas proporciona cierta atención y distinción que de alguna manera nos satisface. Claro esto por supuesto le pasa al primo de un amigo y no a nosotros pero no está demás mencionarlo.
En lo personal la siguiente manera de bajarle a la conducta de fantasía excesiva es una de mis favoritas, se conoce como contracondicionamiento y se trata de realizar una conducta incompatible, en ese sentido he encontrado muy útil que cada vez que empieza el proceso de fantaseo, me pongo a hacer algo que tenía pendiente, una forma muy práctica es teniendo desde antes una o varias listas de cosas por hacer y para ello dedicaré el siguiente escrito.

Por último tenemos la técnica conductual conocida como práctica negativa, que es fácil de seguir pero requiere de ciertas condiciones; cada que se inicie la conducta debe continuar haciéndose hasta que nos parezca desagradable en algún sentido, esto nos pasa a algunas personas cuando tenemos una ruptura amorosa, que lloramos hasta que “ya no podemos” o hasta que deja de tener sentido para nosotros, igualmente podemos aplicarla cada que empecemos a fantasear. Cada uno podemos elegir la técnica que más nos acomode y ponerla en práctica o empezar con alguna e ir probando hasta encontrar la adecuada o incluso ponerlas en práctica todas, lo importante es no descartarlas hasta que corroboremos que en verdad no se adecúan a nuestra situación.

términos y definiciones obtenidas en:
Stumphauzer, J, Terapia conductual: manual de entrenamiento para psicólogos, médicos, enfermeras, trabajadores sociales, pedagogos, maestros, México, 1983 (reimp. 2010).

1 comentario:

  1. Uy al conductismo siempre le tengo mucha distancia, sobre todo porque desplaza el síntoma a otro lugar pero no arregla nada.
    pero si a alguien le resulta, por que no?
    Una cosa que a mi me esta sirviendo el la meditación, el deseo de estar acá y ahora. cada vez que me veo mentalizando compulsivamente me rescato pensando que haría si estuviera aquí y ahora. Un saludo

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