Según lo que me ha funcionado en
otras ocasiones cuando detecto que estoy fuera de la realidad por bastante
tiempo y según lo que he leído en ciertas revistas, blogs y libros he depurado
hasta llegar a 5 cosas que ayudan a dejar la fantasía fuera de nuestra rutina
pero primero enumero cinco razones por las cuales es bueno dejar de hacerlo.
-
Afecta la
concentración y atención. A veces por fantasear nos volvemos distraídos y
descuidados sin tener un interés que nos retenga en la realidad, no digo que sea
malo ser imaginativos o creativos pero siempre necesitaremos saber qué pasa alrededor.
-
Te aleja
del aquí y ahora, es decir, no estás del todo presente ni en la rutina ni
en lo extraordinario ¿te ha pasado que olvidas lo que comiste, lo que traías
puesto o incluso la mitad de la fabulosa fiesta a la que fuiste ayer? (me pasa
seguido).
-
Debido a
que proporciona satisfacción se vuelve adictivo, de hecho algunos
consideran que la fantasía es una droga psicológica ya que cada vez necesitamos
tener más fantasía para poder obtener el bienestar que nos proporcionaba al
inicio.
-
Desorienta
y fomenta el bloqueo mental. Cuando pasamos cierto tiempo fantaseando
nuestra mente se va “desconectando” de los caminos a la realidad, así que
cuando queremos reanudar las tareas diarias a veces no sabemos ni donde estamos
o tardamos en darnos cuenta.
-
Produce frustración e inseguridad. Cuando regresamos
a la realidad enfrentamos aún más todas aquellas emociones que teníamos antes, de hecho, casi siempre aumentan porque nos hemos formado una idea mucho más optimista de lo que nos pasa.
Ahora si, les expongo los 5 tips que creo ayudarán en el
camino a usar menos la fantasía.
1.- Detecta las cosas
que pueden estar causando la fantasía, en mi caso recurro a
ellas cuando las finanzas no andan bien, cuando no estoy satisfecha con mi
trabajo o con mi vida amorosa, tal vez sea igual para ti o tal vez sean cosas
mucho más graves pero el punto es que poco a poco se pueda llegar a tener una
lista de las cosas que no nos gustan de la realidad ya sea que la terminemos en
unos minutos o que nos tome un mes hacerla, todo dependerá de qué tan dolorosos
sean los temas para cada uno.
2.- Identifica las
cosas que te gusta hacer y no requieren
tanto esfuerzo para realizar. Claro que serán diferentes
las actividades que puedes hacer en la casa de las que son factibles en la
escuela o en el trabajo, lo importante es que sean realistas y sencillas para
no empezar a ponernos barreras desde ésta etapa, la utilidad de ellas es que puedan sustituir la fantasía en ciertos momentos, si quieres ejemplos, al final
del artículo hay un enlace que me pareció interesante y concreto de este tema.
3.- Conoce lo que te
pierdes al estar fantaseando, es decir, dependiendo de la
importancia que le des a ciertos aspectos puedes contar el tiempo que pierdes
al día en tus “ensoñaciones”, recuenta los momentos en que querías concentrarte
en algo y no pudiste porque la fantasía que tenías era más satisfactoria,
describe cómo te hace sentir cada momento en que no recuerdas una cara, un
suceso o algún dato por estar “en tu mundo” (puedes ver mi entrada sobre las películas que he visto con éste tema: te sentirás muy identificado), en fin, lo importante es que a tu
manera pongas en palabras las desventajas de las que te hablé al inicio, ello
te dará una motivación extra.
4.- Aprovecha tu
motivación inicial poniéndote metas más altas para los primeros
días en que decidas dejar la fantasía. Ello dependerá de la “gravedad” de tus
ensoñaciones ya que para mí puede ser una meta ambiciosa dejar la fantasía por
un día pero para ti no representa tanto esfuerzo, además, la meta más alta
habla también del punto número dos, es decir que es mejor intentar las
actividades “terapéuticas” más complicadas al principio de tu camino.
5.- Ten en cuenta la
opción de fallar, no digo que te des permiso de hacerlo pero si
me refiero a que tengas en cuenta qué pasará si llega a pasar, ¿cuál será la
consecuencia?, puede ser que si fallas te pongas de meta algo menos severo o
por el contrario te pongas la meta más alta, otra opción es que al fallar seas
el mejor, es decir que una vez que fallaste en tu objetivo te dejes disfrutar
de esa fantasía porque si la frenas ni siquiera valió la pena la falta cometida
o te provocará el doble de culpa.
Recuerda que cada persona tiene
sus puntos débiles pero es un gran indicio querer mejorar o usarlos en nuestro
favor, el secreto de todo está en el balance y al bajar la frecuencia de
nuestra fantasía aprenderemos a utilizarla cuando en verdad sea necesaria, en
el tiempo que hemos vivido con ella hemos aprendido sus
beneficios pero llega el tiempo en que necesitamos encontrar también las
ventajas de ser una persona con los pies en la tierra.
Otros tips en:
http://www.ehowenespanol.com/dejar-sonar-despierto-info_127157/